sábado, 18 de junio de 2011

Pastela moruna 2.0


Vamos a por el segundo reto Whole Kitchen al que me apunto. Esta receta está especialmente dedicada a Raquel, ahora en tierras francesas y en la ciudad del amor... pero a la que, si no me equivoco, le encantaba este plato típico marroquí.
Mi versión de la pastela moruna es un poco especial. Empezando por el relleno. Lo suyo es utilizar pichones o, en su defecto, pollo. Yo he optado por lo segundo pero con carne picada (¡¡¡???!!!). Creo que es más cómodo (por aquello de no tender que deshuesar después las piezas) y a mi la textura me convence más. A ver qué os parece.

Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de junio nos invita a preparar un clásico de la cocina marroquí, Pastela Moruna.

Ingredientes:
400 grs. carne picada de pollo
5 láminas de pasta brick
1/2 cebolla
ajo en polvo
1/2 cdta. jengibre en polvo
1/2 cdta. canela en polvo
cilantro picado
perejil picado
sal y pimienta
2 huevos + 1 para pintar la masa
mantequilla derretida
almendras molidas
1 cdta. agua de azahar
una ramita de azafrán
1 vaso generoso de caldo de pollo
Mantequilla derretida (unos 75 grs.)

Nos ponemos manos a la obra. Lo primero, encontrar la pasta brick. No me ha resultado fácil, pero si teneis un Supercor cerca de casa, casi seguro que lo teneis. Lo dejamos en el frigorífico mientras preparamos el relleno. La pasta es muuy sensible y enseguida se queda seca.
En esta ocasión, he hecho de la cebolla un puré gracias a la picadora. No quería que se notaran los tropezones. La pochamos en una sartén con aceite (sed generosos con el chorro) y con ajo picado. Cuando está doradito, agregamos el cilantro, el jengibre, el perejil, la carne picada, la sal y la pimienta. Dejamos que la carne vaya haciéndose un poquito (como unos 3 minutillos) y le agregamos un vaso de caldo de pollo. Que cubra la carne, pero no demasiado. Lo tendremos haciendo "chop chop" con el fuego bajito y le echamos media cucharadita de canela antes de tapar.
Mientras tanto podemos pasar a preparar la capa de almendras. Las mías son molidas, pero he querido tostarlas un poquito para darles más enjundia. Así que en un cacito he puesto un pelín de aceite de girasol, y he echado las almendritas. Le damos un revolcón y cuando parezca que se tuesta un poco, apagamos el fuego, echamos una cucharada de agua de azahar, removemos bien y reservamos.
¿Le echamos un vistazo a la carne?. Ya tiene otro color, la salsa tiene una pinta bien maja y el olor...uhm... bien bien, marcha perfectamente!. Es entonces el momento idóneo para quitarle la tapa y esperar a que reduzca el liquidillo. No es algo rápido, puede tardar unos 20 minutos perfectamente. Cuando esto ocurra, añadimos dos huevos y removemos hasta formar una pasta y el huevo se cuaje. Retiramos del fuego y reservamos.

Encendemos el horno a 220º mientras montamos nuestra pastela. Con un pincel untamos nuestro molde con mantequilla. Vamos poniendo una lámina de pasta brick encima y también la pintamos con mantequilla. Ponemos otra lámina de brick y volvemos a pintar con mantequilla. Es importante poner dos porque va a ser la base de nuestra pastela.
Llega el "momento almendra". La extendemos bien sobre la pasta brick y aplastamos para que quede uniforme. Sobre ella ponemos otra lámina de brick, pintamos con mantequilla y sobre esta lámina volcamos la pasta de carne. También aplastamos e igualamos bien. Ahora tapamos nuestra pastela, en este caso con dos láminas de pasta brick (recordad que las 2 láminas deben ir pinceladas con mantequilla derretida).
Intentamos tapar bien la masa de carne para que no salga, pintamos con huevo batido y lo llevamos al horno. Solamente hará falta 10 minutos de horneado para sacar nuestra pastela y, por supuesto, disfrutarla.
Espolvoreamos un poquito de canela sobre ella y.... a sorprender!

2 comentarios:

  1. Me parece una receta fabulosa, muy bien pensada.
    Seguro que está deliciosa.
    ;-)

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  2. Genial, la verdad que están buenísimas con el toque de canela.

    Besos

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